Como ejemplo utilizamos la compañía BMW.
BMW y su apuesta por los vehículos eléctricos como elemento estratégico para el futuro del sector automóvil.
BMW, se conoce como un fabricante alemán de automóviles y motocicletas, con la sede situada en Múnich, fue fundada el 7 de marzo de 1916.
Actualmente tiene dos propietarios, Susanne Klatten y Stefan Quandt.
Análisis interno del entorno de marketing de BMW en relación con la comercialización de vehículos eléctricos.
La compañía BMW, empezó a probar los prototipos eléctricos en los Juegos Olímpicos de 1972 en Múnich, la localidad de su sede. Pero no empezó con buenos proyectos hasta el 2014.
En cuanto al análisis interno, la empresa nos asegura que sus coches eléctricos nos proporcionan una disminución de contaminación en comparación a los de motor de combustión, nos hablan de una larga durabilidad, aseguran que son coches muy seguros.
Pero no todo es bueno, al ser un coche eléctrico se tiene que cargar, estando la media en unas 8 horas, mucho tiempo comparado con lo que tardas en llenar un depósito. Te proporciona una autonomía de unas 200/300 horas, lo cual hoy en día es muy bajo.
Otro inconveniente son los precios tan elevados de estos coches y la falta de manejabilidad comparado con coches de combustión de la misma marca.
Análisis de las diferentes variables externas del entorno de BMW, que motivan su interés hacia la comercialización de vehículos eléctricos.
La apuesta que hace BMW hacia los coches eléctricos es una visión de futuro. Observamos cómo cada vez hay más presiones por parte de gobiernos y organizaciones para reducir las emisiones de CO2 en la atmósfera, y en el campo del automóvil, y esto solo se puede llevar a cabo mediante la introducción de vehículos eléctricos o de hidrógeno.
Esta es una oportunidad única para BMW para consolidarse como primer fabricante a escala mundial de coches eléctricos, gracias a su gran capital invertido en I+D (que pocas otras marcas pueden alcanzar) y gracias también a que las demás marcas de automóviles aún no se han metido en la carrera del coche eléctrico, lo que ofrece a BMW una cierta ventaja.
Para conseguir ser pioneros en este sector, la empresa alemana deberá codearse con otros competidores, como Tesla, que actualmente son líderes indiscutibles en la venta de coches eléctricos. También, en un mercado como el español y portugués, deberá tener cuidado con el ‘’target’’ de su producto, ya que actualmente el precio de un vehículo eléctrico es demasiado elevado para el español medio.
Por último, deberá colaborar con el gobierno para ampliar la red de puntos de carga que hay en España, ya que actualmente es muy pobre, y sin ella, la venta masiva de coches eléctricos no es viable.
En conclusión, esta es una oportunidad de oro para BMW, en la que tiene más que ganar que perder, y donde el éxito no llegará de la noche a la mañana, sino que habrá que esperar unos años.